San Talaleo era de la región del Líbano en Fenicia, hijo de Berucio, obispo cristiano; su madre se llamaba Rómula.
Educado en la piedad, se formó como físico. Debido a la persecución de Numeriano, el Santo partió para Cilicia, y en Anazarbo se escondió en un olivar; sin embargo, fue capturado y conducido a Egas de Cilicia ante Teodoro, el gobernante. Tras muchos tormentos, fue decapitado en el año 284.
San Talaleo es considerado uno de los Santos Anárgiros.