Esta Mártir contendió en Biblos de Siria durante el reinado de Diocleciano, en 289.
Debido a que enseñó a otras jóvenes doncellas a volverse de los ídolos a Cristo, fue conducida ante el Gobernador.
Le atravesaron las orejas con varas incandescentes hasta que la sangre brotó de su nariz; finalmente fue decapitada a la edad de diez o doce años.