Estos Mártires eran discípulos de San Pablo el Confesor (ver el 6 de noviembre). Martirio era subdiácono, y Marciano cantor y lector.
Ambos fueron decapitados por los arrianos en el año 346. En su tumba se obraban milagros y se expulsaba a los demonios.
San Juan Crisóstomo comenzó la construcción de una iglesia en su honor en Constantinopla, que fue acabada por el Patriarca Sisinio.