De estos santos Apóstoles, Estaquio se convirtió en el primer Obispo de Bizancio, consagrado por el Apóstol Andrés. Habiendo pastoreado a su pueblo durante dieciséis años, reposó en el Señor.
En cuanto a los demás, cada uno de ellos brilló en la sede episcopal que se le encomendó: Apeles en Heraclea; Ampliato en Odisópolis; Urbano en Macedonia; Narciso en Atenas; y Aristóbulo en Gran Bretaña.