Este Santo, que era de Cilicia de Asia Menor, se convirtió en Obispo de Gangra, capital de Paflagonia.
Estuvo presente en el Primer Concilio Ecuménico.
Debido a su confesión de la Fe Ortodoxa, Hipacio fue asesinado por los novacianos, secta que negaba que los pecados cometidos después del Bautismo pudieran ser perdonados.