Esta Mártir era de Roma y vivió en virginidad, teniendo a Cristo como único Esposo.
Por voluntad propia se presentó a los paganos como cristiana y fue torturada hasta la muerte, según algunos, en el reinado de Valeriano (253-260).
Sus santas reliquias fueron llevadas a Sicilia, donde inmediatamente se convirtieron en una fuente de grandes milagros.