San Artemio vivió durante la época de San Constantino el Grande, y fue nombrado por este Gobernador de Alejawndría; posteriormente fue honrado con el rango de patricio.
Durante el reinado de Julián el Apóstata, en el año 361, Artemio se presentó ante el Emperador y lo censuró por su apostasía. A causa de esto sufrió muchos tormentos y finalmente fue decapitado.