jueves, 13 de junio de 2013

La Asamblea Episcopal Ortodoxa de España y Portugal

 
En España, al igual que en el resto del mundo occidental -la "diáspora"-, la Iglesia Ortodoxa está presente a través de diferentes Patriarcados que se solapan jurisdiccionalmente, lo que crea una situación canónicamente irregular pero comúnmente aceptada como un hecho consumado. Para remediar este problema, y hasta que se pueda llegar al establecimiento de Iglesias Ortodoxas locales presididas por un único jerarca, en 2009 las diferentes iglesias canónicas firmaron los Acuerdos de Chambésy (Suiza), que preveían la creación de Asambleas Episcopales en una serie de regiones previamente definidas en las cuales estuvieran representados todos los obispos cuya jurisdicción abarcara esos territorios.
 
Así nació la Asamblea Episcopal Ortodoxa de España y Portugal en el mes de enero de 2010, con el objetivo de facilitar la organización eclesiástica de cara a la representación de los ortodoxos y sus comunidades ante el Estado y la sociedad. Se trata, por tanto, del interlocutor oficial de los ortodoxos en la Península Ibérica (España y Portugal con sus islas y plazas de soberanía africanas, más Andorra y Gibraltar).
 
El acto de presentación pública tuvo lugar un año después en la Santa Iglesia Catedral de los Santos Andrés y Demetrio, en la madrileña calle Nicaragua. Tras una visita a la catedral y el rezo del Padre Nuestro, el Metropolita Policarpo, Presidente 'ex officio' de la Asamblea, ofreció su "modesta pero bella sede" a todas las confesiones presentes en el acto. El prelado ortodoxo, que estuvo antes destinado en Italia, reconoció que en España se encontró con un "clima poco desarrollado ecuménicamente", y prometió hacer todo lo que estuviera en su mano para potenciar el ecumenismo real y práxico. "Tenemos que anunciar a Cristo, el único salvador del mundo, en una sociedad que cada vez se aleja más de la fe", explicó el Arzobispo Policarpo. Y es que, a su juicio, "vivimos tiempos apocalípticos" y, para hacerles frente, es ineludible unirse.
 
El Metropolita también aseguró que "la Iglesia está en crisis" , lo que se notaría, a su juicio, en que "ya no produce Basilios, Gregorios o Crisóstomos". Por eso, las Iglesias tienen que unirse entre sí y con el Estado, pues ambos cuerpos "tienen los mismos objetivos: el pueblo. Sólo que la Iglesia les llama feligreses, y el Estado, ciudadanos".
 
El Metropolita negó la visión que tienen los occidentales de la Ortodoxia. "Creen que nosotros estamos divididos, pero no es verdad. Hay una sola Iglesia ortodoxa, unida en la fe, en los sacramentos, en los cánones y en la sagrada tradición. La división es sólo administrativa y, además, vamos caminando hacia la Panortodoxia". Fruto de esa unión es, precisamente, la Asamblea Episcopal Ortodoxa de España y Portugal. Su objetivo es "mostrar a las demás Iglesia y al Estado una voz única de la Iglesia Ortodoxa".
 
El Padre Demetrio (Rogelio) Sáez Carbó, Archimandrita del Trono Ecuménico, en su calidad de secretario, fue el encargado de explicar los detalles de la configuración de la Asamblea Episcopal, integrada por el Metropolita Policarpo, del Patriarcado Ecuménico, como presidente; el Arzobispo Néstor, del Patriarcado de Moscú y Toda Rusia, como vicepresidente; el Obispo Lucas, del Patriarcado de Serbia; el Obispo Timoteo, del Patriarcado de Rumanía; y un prelado por designar del patriarcado de Bulgaria. La sede se fijó en las oficinas del Arzobispado Ortodoxo de España y Portugal en Madrid. Para formar parte de la Asamblea, las Iglesias canónicas deben cumplir con dos requisitos: tener representación -como mínimo, una parroquia- en los países y territorios ibéricos con autorización de su Iglesia Madre y estar inscritas en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia.
 
Una vez constituida la Asamblea, su secretario envió una notificación a la Conferencia Episcopal Española (CEE) y a la Tarraconense. De la primera recibieron una lacónica contestación, firmada por su secretario, en la que se tomaba nota y se mostraba el deseo de "colaborar en asuntos de interés para ambas partes"; mucho más larga y afectuosa fue la contestación de la segunda, formada por los obispos católicos de Cataluña, que se alegraron con los hermanos ortodoxos y les ofrecieron todo el apoyo y la ayuda que necesitaran.
 
En los últimos años, la comunidad ortodoxa ha crecido de forma exponencial en la Península Ibérica. Se calcula que, en estos momentos, hay cerca de millón y medio de ortodoxos pertenecientes a los distintos Patriarcados. Signo de esa fuerza es que actualmente se está construyendo la catedral rumana de Madrid y se acaba de inaugurar el nuevo templo de la Iglesia Ortodoxa rusa de la misma capital.
 
 
Fuente: Religión Digital / Ortodoxia Digital

sábado, 1 de junio de 2013

Oficios del mes de junio en la Catedral de los Santos Andrés y Demetrio de Madrid



SÁBADO 1
Vísperas de Domingo   18.30

DOMINGO 2
DOMINGO DE LA MUJER SAMARITANA; San Nicéforo, Confesor
Maitines   09.30
Divina Liturgia   10.45

SÁBADO 8
Vísperas de Domingo   18.30

DOMINGO 9
DOMINGO DEL CIEGO; San Cirilo, Patriarca de Alejandría
Maitines   09.30
Divina Liturgia   10.45

MARTES 11
VIGILIA DEL FIN DEL TIEMPO PASCUAL
Grandes Vísperas de Pascua   21.00
Maitines de Pascua   22.00   
Divina Liturgia Pascual   23.00

MIÉRCOLES 12
Grandes Vísperas de la Ascensión   18.30

JUEVES 13
LA ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR
Maitines   9.30
Divina Liturgia   10.30
Sacramento del Oleo Santo   19.00

SÁBADO 15
Vísperas de Domingo   18.30

DOMINGO 16
SANTOS PADRES DEL I CONCILIO ECUMÉNICO
Maitines   09.30
Divina Liturgia   10.45

SÁBADO 22
SÁBADO DE LOS DIFUNTOS
Divina Liturgia   10.15
Conmemoración de los Difuntos   11.15
Vísperas de Domingo   18.30

DOMINGO 23
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
Maitines   09.30
Divina Liturgia   10.45
Grandes Vísperas del Espíritu Santo   11.45

LUNES 24
LUNES DEL ESPÍRITU SANTO; LA NATIVIDAD DE S. JUAN BAUTISTA
Divina Liturgia   10.15     

SÁBADO 29
SANTOS APÓSTOLES PEDRO & PABLO
Divina Liturgia  10.15     
Vísperas de Domingo   18.30 

DOMINGO 30
DOMINGO DE TODOS LOS SANTOS; LOS SANTOS 12 APÓSTOLES
Maitines   09.30
Divina Liturgia   10.45


Fuente: Arzobispado Ortodoxo de España y Portugal (Patriarcado Ecuménico)

lunes, 6 de mayo de 2013

Entrevista de S.E. Policarpo para ‘Religión Digital’


Así de ortodoxa y de sencilla es la nota biográfica de "Su Eminencia Metropolita de España y Portugal, Exarca del Mar Mediterráneo, Monseñor Policarpo (nombre civil Panayioptis Stavrópulos)", tal y como lo demanda el protocolo litúrgico:


Nació el 15 de octubre del año 1963 en Lepanto -Etolia- Grecia- donde cursó sus primeros estudios, continuados en la Escuela de Teología de la Universidad y concluidos en el departamento de Historia Eclesiástica del Instituto Pontificio de Estudios Orientales de la Universidad Gregoriana de Roma. Fue ordenado diácono el 14 de enero de 1990 en la Iglesia Patriarcal de San Jorge en Constantinopla, por su Mentor el Metropolita de Calcedonia, después Patriarca Ecuménico, Bartolomeo. Al día siguiente fue ordenado sacerdote por el Metropolita de Lepanto y San Blas, habiendo sido elevado a la categoría de Archimandrita. Vicario General del recién fundado Arzobispado de la Península Itálica, sus islas y Malta, se ocupó de su organización, consolidación y desarrollo. Fue Abad de los monasterios del Venerable Juan el Segador, de Calabria y de San Jorge de las Nobles Monjas Griegas de Venecia. En el año 1998 tomó posesión del cargo de Archimandrita del Trono Ecuménico y representó a la Madre Iglesia en reuniones y congresos.

El 30 de abril del 2007, el Santo Sínodo lo eligió Segundo Metropolita del recién fundado Arzobispado de España y Portugal. Su ordenación al Episcopado se celebró en la Santa Iglesia Catedral de San Jorge de Madrid, oficiada por Su Santidad el Patriarca Ecuménico, siendo entronizado en la Santa Iglesia Catedral de los Santos Andrés y Demetrio de la capital de España.

Hago constar que, con tantos y eminentísimos títulos que pudieran alejarlo de su compañía y amistad, Mons. Policarpo es humilde, asequible y sencillo. En la nomenclatura de títulos similares a los suyos, pero de carácter católico, diríase que ocuparía los últimos puestos, es decir, los primeros, en la "liturgia" de los santos evangelios.

"No hay confesionarios"

Y, comenzando por el principio de rigor y deber elemental de quién se dedica a estos sagrados menesteres ministeriales, y tal y como se merecen y reclaman los lectores, con sabiduría y catequesis, Mons. Policarpo me informa que ""ortodoxo" procede de las palabras griegas "orthi" (recta) y "doxa" (opinión o alabanza). Teológicamente coincide con palabra griega "cathólikos", catequizándome que "quien no profese y practique la fe, la Ortodoxia, no puede ser ortodoxo. La recta y eficiente fe es la que, en definitiva, garantiza la pertenencia a la Iglesia Ortodoxa de la que en España es su máximo representante Mons. Policarpo.

A la pregunta de cuales sean los puntos de divergencia que se registran entre los ortodoxos y los católicos, Mons. Policarpo, con eximia y puntual capacidad de síntesis, " las diferencias son de tres tipos: eclesiológicas (primado papal), triadológicas (filioque), mariológicas (concepción inmaculada de la Virgen), escatológicas (purgatorio e indulgencias), y litúrgicas (concepción y celebración de sacramentos)" Por mi cuenta, y personalmente, no tengo más remedio que lamentar que una partícula como la "que" y "otras diferencias" hagan perdurar rupturas tan graves en la Iglesia de Cristo, una y plural por definición y condición de Iglesia.

La pregunta de si hay o no Papa, o equivalente, en su Iglesia, y si este es dogmáticamente infalible, su respuesta es así de espontánea: " No hay Papa y la infalibilidad corresponde al Cuerpo Místico divino- humano de la Iglesia en su totalidad". (Por supuesto que el tema referente a la infalibilidad resultará anchamente polémico para la mayoría de los católicos, si bien a otros, con inclusión de teólogos, les parecerá totalmente asumible).

- ¿Cómo se perdonan los pecados en su Iglesia y si hay que acudir a hacerlo a los confesonarios?

- No hay confesonarios, pero sí hay sacramento de la Confesión. Tras un verdadero arrepentimiento, el sacerdote pronuncia la absolución imprecativa. Todo pecado es grave en cuanto aleja de Dios. Si un cristiano ortodoxo, por tres domingos consecutivos se ausenta de la Liturgia, sin motivos graves, él mismo reexcluye de la comunión eclesiástica, según los Sagrados Cánones.

Con rotundidad, respecto a la existencia del infierno, contesta con un par de palabras "metropolitanas", que resumen y afianza la doctrina:

- Sí, hay infierno y éste es eterno.

En gozosa referencia a la existencia del cielo y a la posibilidad de ser muchos los que la misericordia de Dios les abrirá de par en par sus puertas, la doctrina ortodoxa la concreta Mons. Policarpo de esta manera:

- Quien ha llevado una vida conforme a su fe ortodoxa espera gozar del Reino de los cielos. Nos obstante, esta certeza solo corresponde a Dios en su divina y misteriosa misericordia.

En tiempos de tanta secularización, con inclusión de los sacerdotes, y cuyas noticias con tanta frecuencia encabezan los titulares de los medios de comunicación, con escándalo para los fieles cristianos, Mons. Policarpo deja bien claro que

- El sacerdocio en sí mismo es para siempre, pero su ejercicio cesará cuando un individuo ordenado es apartado por pena canónica de suspensión.

Tres bodas

En este contexto de secularización y de rupturas matrimoniales, con las fórmulas de divorcio civil, o de las nulidades eclesiásticas, a veces amañadas, esta es la respuesta oficial de la Iglesia ortodoxa:

-El matrimonio es para toda la vida, pero por economía divina, se permite el divorcio y nuevas nupcias hasta tres veces.

Sorprendido de tanta generosidad eclesial y pastoral respecto a las rupturas y fracasos matrimoniales, quiero informarme acerca de la financiación de su Iglesia, respondiéndome que "ella se mantiene con las limosnas de los fieles y eventuales donativos de entidades públicas y privadas".

-¿Cuáles son las ventajas, o las desventajas, del celibato para los sacerdotes y para los popes?

-Ambas situaciones son susceptibles de ventajas e inconvenientes que, en la práctica, puede suceder que uno desee la situación del otro.

Como no podía ser de otra manera, y teniendo en cuenta la realidad de la vida y de los problemas que para tantos resultan ser tan capitales, Mons. Policarpo no rehúye contestar mi pregunta en relación con las normas morales que sigue su Iglesia en relación con los homosexuales y su posibilidad de contraer matrimonio...

- Son situaciones personales que el individuo comenta con su padre espiritual. El matrimonio religioso sacramental se admite solo entre hombre y mujer de la misma religión.

En los tiempos recientes de la promoción de la mujer y de la actitud de la Iglesia ortodoxa, su máximo representante en España y Portugal, informa que

- El papel de la mujer en la Iglesia es muy importante. En la vida eclesiástica son catequistas, teólogas, miembros de consejos eclesiásticos (parroquiales o diocesanos), madres espirituales (generalmente monjas) y, en general, participantes efectivos de las obras, educativas, culturales o sociales de la Iglesia.

Extrañados muchos de que la liturgia ortodoxa, sus ornamentos, ceremonias y ritos resulten hoy tan ostentosos, Mons. Policarpo mima con devoción su respuesta y comenta:

-La Divina Liturgia requiere los mejores ornamentos, objetos sagrados, lenguaje, ambiente (arquitectura, iconografía, música), porque lo que se celebra en la tierra es imagen de lo que al mismo tiempo se está celebrando en el Altar Divino.

El ecumenismo es signo -sacramento- de la Iglesia de Cristo. Sin unión no hay Iglesia. La falta de unión constituye en la actualidad un escándalo, lo mismo para los de dentro, como para los de fuera de la Iglesia... Su Eminencia el Metropolita, consciente de la relevancia del tema, le coloca y punto y aparte a nuestra conversación con las siguientes palabras:

- Nosotros lo llevamos a cabo tratando de cumplir la voluntad de Dios expresada poco antes de su pasión salvífica "que todos sean uno".

Homilía de entronización

Como programa de posterior actividad pastoral, Su Eminencia Metropolita de España y Portugal, pronunció en la homilía de su entronización las siguientes palabras:

"Subiendo con debilidad, con miedo y mucho temblor" (1 Cor, 2-3) los peldaños del Trono Arzobispal del Sacro Arzobispado Ortodoxo de España y Portugal, "gloria de la santa y consustancial y vivificante e indivisible Trinidad", con San Juan Crisóstomo exclamo y digo :"gloria a Dios por todo lo que me has dado".

"En el día solemne de mi Entronización, deseo asegurarles que con la ayuda de Dios y vuestro apoyo, cumpliré con temor de Dios y con celo mi tarea, centrando mi atención en los siguientes puntos importantes:

1) El servicio al pueblo de Dios en toda España y Portugal de nuevas parroquias y la ordenación de nuevos sacerdotes.

2) El estrechamiento de las relaciones entre el Arzobispado y los sacerdotes, así como entre la Archidiócesis y los fieles, para afrontar con más eficacia los problemas comunes para coordinar el Testimonio común Ortodoxo.

3) La realización de todo el esfuerzo posible para conseguir un espíritu ortodoxo puro dentro del espíritu de secularización que distingue a la sociedad actual.

4) La salvaguardia de la vida espiritual, eclesiástica, sacramental y cultural de nuestros fieles, con el fin de que se mantengan en la fe ortodoxa y las tradiciones de sus padres.

5) El cultivo de las relaciones, en el marco y de la línea del Patriarcado Ecuménico, con los hermanos de las otras iglesias cristianas y de las otras confesiones, así como con el Judaísmo y con el Islam, para promover el espíritu ecuménico y el diálogo y así conseguir la coexistencia pacífica en todas las personas de buena voluntad.

6) Lograr los fondos económicos para afrontar las múltiples necesidades del Sacro Arzobispado".

"Aprovecho esta ocasión para insistir que no considero mi persona extraña a estos territorios de la Península Ibérica. Especialmente con España me unen cuatro hechos:

1) Las relaciones de esta país con mi lugar de nacimiento -Nafpacto-, conocido como Lepanto, por medio de la renombrada batalla del mismo nombre del 7 de octubre de 1571, comandando el Jefe las fuerzas cristianas unidas, el príncipe español don Juan, siendo la participación española en ella fue muy significativa. Los trofeos de la batalla se guardan hoy en la Armería del Palacio Real de Madrid. En esta batalla participó, como simple soldado, el famosísimo soldado español, Cervantes, conocido por su monumental obra del Quijote y cuya estatua adorna el puerto de Lepanto.

2) En la ciudad en la que serví como clérigo durante 17 años, la Serenísima República Veneciana de San Marco, trabajó en el periodo entre 1566 y 1568 y seguramente participaría en los oficios celebrados en la bellísima iglesia de San Jorge de los Griegos el gran compatriota mío, y orgullo de España, Domenico Theotokópoulos, conocido internacionalmente como "El Greco".

3) En la parte de Italia, ex reino de las Dos Sicilias y Nápoles en donde residí durante 19 años, reinó la Casa Real de los Borbones.

4) La feliz coincidencia que S.M. la reina de esta noble nación, y desde hoy oficialmente también reina mía, Sofía, se relaciona sólidamente con Grecia".

Antonio Aradillas


Fuente: Religión Digital

domingo, 26 de febrero de 2012

Ordenación del P. Raul Alexandru Cordos


La iglesia de Santa Catalina de Siena de Palma, repleta de fieles de distintas nacionalidades, fue escenario ayer por la mañana, de la primera ordenación sacerdotal de la Iglesia ortodoxa por su eminencia, monseñor Policarpo, arzobispo metropolitano para España y Portugal y exarca del Mediterráneo, el joven Raúl Alexandru Cordos, nacido en Rumania, en el norte de Transilvania, y residente en Mallorca desde los 15 años.

Para cantar en el marco de la solemne liturgia ortodoxa llegó desde Atenas el coro de la iglesia de San Alejandro, que interpretó los cantos propios de tal solemnidad

El nuevo sacerdote ortodoxo estudió el Bachillerato en el colegio de San José Obrero de Palma. Empezó los estudios de teología con los seminaristas de Mallorca, estando ligado a la parroquia ortodoxa rusa como servidor del altar (monaguillo), y terminó los estudios en Barcelona, donde entró en contacto con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla.

Parroquia

Teniendo en cuenta que en Balears hay unas 200 personas de procedencia griega, y también el ligamen que existió entre nuestras islas y el Imperio de Bizancio, y por su afán de ayudar de forma pastoral a esas personas, se decidió crear una parroquia ortodoxa griega en la ciudad de Palma.

El día 6 de noviembre fue ordenado diácono en la parroquia griega Ortodoxa de Barcelona por el mismo arzobispo que el domingo le ordenó sacerdote. Ya que en Mallorca no hay templo propio, fue acogido por la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú, cuyo rector desde su creación es el mallorquín, Archimandrita Makary, que oficia la liturgia ortodoxa en la iglesia de Santa Catalina de Siena para los fieles de diferentes orígenes. El nuevo sacerdote ortodoxo, después de su ordenación, podrá ocuparse de administrar los diferentes sacramentos a los fieles de procedencia griega que residen en las Islas.


Fuente: Última Hora

martes, 24 de enero de 2012

Asistencia de nuestra Metrópolis a la liturgia hispano-mozárabe en la Catedral de Toledo

Salutación de S.E. Policarpo en la solemnidad de San Ildefonso


Excelentísimo y Reverendísimo Arzobispo Metropolitano de Toledo y Primado de España Don Braulio,
Reverendísimos Padres,
Estimadas Autoridades,
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,


Nos hemos reunidos aquí en esta majestuosa Catedral Primada de Toledo celebrando la solemne conmemoración de San Ildefonso, gran Padre de la Santa Iglesia de Cristo, obispo y patrón de Toledo, una de las primeras tierras y diócesis cristianas ibéricas, en la antigua y venerable liturgia hispano-mozárabe, hija de la liturgia siriaca oriental.

La palabra "santo" en la lengua griega antigua indica una persona distinguida, una persona que se distingue de las otras. Estas personas son distinguidas, es decir santas, porque su vida se distingue por la continua oración y contemplación mística, la iluminación interior, la purificación del corazón, la visión de Dios (theoría), el hacer milagros, y para usar el lenguaje de los Santos Apóstoles por la participación en la santidad de Dios. La santidad no es una virtud humana, sino una donación del Espíritu Santo. Los Santos poseen la Gracia porque están unidos continuamente al Dador de cada don perfecto y al Padre de la Luz sin ocaso. La Gracia de Dios que habita en los Santos, toca también su cuerpo y la creación, y por ese motivo sus reliquias tienen también la Gracia de Dios y son fuente de milagros. Esta Catedral Primada es un lugar que irradia mucha Gracia por medio de las reliquias de San Ildefonso, este gran Padre occidental de la Iglesia Universal, que las guarda con celo divino.

La santidad es comunión con Dios Trino dentro del Cuerpo místico de Cristo, la Iglesia, fuera de la cual no existe salvación, como dice otro gran Padre occidental de la Iglesia, San Cipriano de Cartago. Cuantos participan en la acción divinizadora de Dios se hacen templos vivos del Espíritu Santo, es decir, Santos, Confesores y Mártires. Dios, el Santo por excelencia, nos exhorta en el Antiguo Testamento a hacernos también nosotros santos, como El es. La santidad está relacionada con el martirio, el testimonio. Son dos cosas inseparables en la vida del verdadero cristiano. Si no es testigo y santo, o por lo menos lucha continuamente por la santidad, no es cristiano como Cristo y los Santos Padres de la Iglesia, orientales y occidentales, comúnmente enseñan. Es un cristiano templado que será condenado como dice muy claro el Apocalipsis.

La Solemnidad de San Ildefonso de Toledo coincide dentro la "Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos", por la cual con tanta fuerza e insistencia han luchado los Santos Padres de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, entre los cuales dominan ilustres santas personalidades ibéricas, como Cecilio de Granada, Osio de Córdoba, Paciano de Barcelona, Braulio de Zaragoza, Gregorio de Elvira, Leandro e Isidro de Sevilla, Julián e Ildefonso de Toledo, Martín de Braga, Potamio de Lisboa, Dámaso de Roma. El Beato Papa Juan-Pablo II, el Papa de los dos pulmones de la Cristiandad, uno oriental y uno occidental, inaugurando el gran Jubileo de los 2.000 años del nacimiento según la carne de Nuestro Señor Jesucristo, el único Salvador y Redentor del mundo, el Hijo Unigénito y Verbo de Dios, hizo particular mención de los Santos de la fe en Cristo, mártires, confesores y padres, los cuales llamó "puente de unidad' entre los cristianos de hoy, un puente firme y seguro.

En los tiempos antiguos los verdaderos cristianos sufrieron el "martirio de sangre", como Eulalia de Barcelona, Vicente de Valencia, Hermenegildo príncipe, Eulogio y Lucrecia de Córdoba, Esteban de Cádiz, por mencionar los más ilustres mártires hispanos que son honrados también en Oriente. Hoy los verdaderos cristianos sufren el "martirio de la conciencia", que según los Santos Padres de la Iglesia es más fuerte y doloroso del "martirio de sangre", porque el de conciencia es continuo e insistente. Vivimos en una época de enorme crisis espiritual y moral principal y segundariamente económica, que es hija de la primera. Reina la apostasía, como en los tiempos del antiguo Israel. La superación de cada crisis se hace a través la fe firme en Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nacido nuevamente hace pocos días "por nosotros los hombres y por nuestra salvación", reforzados por los eternos e inmortales ejemplos y guías, que son nuestros Santos, como San Ildefonso, obispo y patrón de Toledo.

Por sus santas intercesiones Cristo Nuestro Dios ten misericordia de nosotros y sálvanos. Amen.

+ Policarpo


Fuente: Arzobispado de Toledo

sábado, 21 de enero de 2012

Saludo de S.E. Policarpo en la Oración Ecuménica de San Vicente Mártir


SALUDO DE SU EMINENCIA RVDA. POLICARPO, METROPOLITA ORTODOXO DE ESPAÑA Y PORTUGAL,
DURANTE LA PLEGARIA ECUMÉNICA EN HONOR  DE SAN VICENTE DIÁCONO Y MÁRTIR, PATRÓN DE VALENCIA
(Valencia, el 21 de enero de 2012)

Excelencias Reverendísimas,

Reverendísimos Padres,

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Nos hemos reunido aquí en este templo monástico en oración común con ocasión de la conmemoración de San Vicente, diácono y mártir de la Santa Iglesia de Cristo, patrón de Valencia e hijo de la bendita tierra española y especialmente de Zaragoza, una de las primeras tierras y diócesis cristianas ibéricas.

La palabra griega “mártys” define a la persona que está segura de su verdad y que da testimonio público de esa verdad. Nuestro diácono Vicente era una persona así. Poseía la verdad por excelencia, la verdad con V mayúscula y ha ofrecido su propia sangre voluntariamente, por esa Verdad eterna que es Nuestro Señor Jesucristo, el único Salvador y Redentor del mundo, el Hijo Unigénito y Verbo de Dios Padre. Por eso es un santo que se honra particularmente en Occidente y en Oriente, hasta el fin del mundo terrestre.

San Agustín, este gran padre occidental de la Iglesia, elogia a San Vicente escribiendo de él: “Quousque vel Romanum imperium vel christianum nomen extenditur natalem non gaudet celebrare Vincentii?” (PL 38, 1257) y la Iglesia que está en Oriente canta cada 11 de noviembre, el día de su conmemoración litúrgica: “Salve, antorcha divina de España, gloria de Zaragoza, tesoro de Valencia; salve, inagotable torrente de milagros, bienaventurado Vicente, orgullo de diáconos”. El “mártir” y “santo” por excelencia es solamente Dios. Por eso en el Antiguo Testamento nos exhorta para hacernos también nosotros mártires y santos, como es Él.

Testimonio y santidad son dos cosas inseparables en la vida del verdadero cristiano. Si no es mártir, es decir testigo, y santo, o por lo menos lucha continuamente por la santidad, no es un cristiano como Cristo y su Iglesia enseñan. Es un cristiano templado que será condenado como dice muy claro el Apocalipsis. El inolvidable Papa Juan-Pablo II, el Papa de los dos pulmones de la Cristiandad, uno oriental y uno occidental, inaugurando los festejos del gran Jubileo de los 2.000 años del nacimiento según la carne de Nuestro Salvador Jesucristo, había tenido particular mención de los santos mártires de la fe en Cristo, los cuales llamó “puente de unidad” entre los cristianos, un puente firme y seguro.

En los tiempos antiguos los verdaderos cristianos sufrieron el “martirio de sangre”; hoy sufren el “martirio de la conciencia”, que según los Santos Padres de la Iglesia es más fuerte y doloroso del “martirio de sangre”, porque el de conciencia es continuo y insistente.

Vivimos en una época de enorme crisis espiritual y moral. La superación de esta crisis se hace a través de la fe firme en Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nacido nuevamente hace pocos días “por nosotros los hombres y por nuestra salvación”, reforzados por los eternos e inmortales ejemplos, que son sus Santos Mártires, como San Vicente diácono, patrón de Valencia.     Por sus intercesiones, Cristo Nuestro Dios, ten piedad de nosotros y sálvanos. Amen.