lunes, 4 de marzo de 2019

Alocución de S.E. Policarpo en el acto ecuménico de la UCAM


BREVE REFLEXIÓN DE SU EMINENCIA RVDMA. POLYKARPOS, METROPOLITA ORTODOXO DE ESPAÑA Y PORTUGAL Y EXARCA DEL MAR MEDITERRÁNEO, DURANTE EL ACTO ECUMÉNICO EN EL ÁMBITO DE LAS XVIII JORNADAS INTERNACIONALES DE CARIDAD Y VOLUNTARIADO DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA SAN ANTONIO DE MURCIA (Murcia, Parroquia de San Francisco de Asís, 28.02.2019)

Excelentísimos y Reverendísimos Monseñores y Padres;

Excelentísimo Sr. Presidente de la UCAM;

Queridos hermanos y hermanas en Cristo;

Hemos escuchado la Palabra de Dios del Libro de Éxodo (22, 20-27) y del Evangelio de Lucas (10, 25-37). En el primero Dios nos da las leyes sociales y religiosas, y en el segundo el mandamiento mayor. Las primeras tienen como centro exclusivo el prójimo en la persona del emigrante, de la viuda, del huérfano, del pobre, y en el segundo también el centro es el prójimo junto con Dios. No hace distinción entre Dios y prójimo. Y a la pregunta: ¿Porque?, la respuesta es: porque nuestro prójimo es la verdadera imagen de Dios.

Este domingo en la Iglesia Ortodoxa es conocido litúrgicamente como “Domingo de Carnaval”. En él se lee el Evangelio del Juicio divino, donde Dios dice claramente que la medida de su juicio será nuestro prójimo, su “hermano pequeño”, como lo llama, al que identifica con sí mismo. Dios es amor, y pide de nosotros corresponder a su amor inmenso en la persona de nuestro prójimo, de nuestro hermano y su hermano, que constituye su verdadera imagen viviente sobre la tierra. Nos ama hasta darnos a su Hijo Unigénito, que ha ofrecido su vida para rescatarnos de la maldición y la corrupción del pecado.

El Apóstol Pablo, en su famoso himno al amor en su Carta a los Corintios, dice que el amor lo es todo y que el hombre sin amor no es nada. Y el mismo Apóstol en otra parte dice que tres son las cosas esenciales: fe, esperanza y amor. Pero la más importante y grande es el amor.

Los Santos Padres de la corriente mística de la teología ortodoxa oriental usan un término más fuerte que el amor/caridad, en el cual puede estar oculto el elemento sentimental, el sentimentalismo. Usan la palabra “eros”, porque en el eros prevalece más el movimiento extático que el sentimental. Hablando de Dios, dicen que es un ser por excelencia erótico y también celoso que pide de nosotros corresponder a su eros. Y el espacio, el ambiente, el lugar de nuestra correspondencia al eros divino es nuestro prójimo, nuestro y su “hermano pequeño”.

A todos deseo desde lo profundo de mi corazón una santa y bendita Gran Cuaresma de Pascua, llamada por nuestros Santos Padres “el estadio de las virtudes”. Que el Dios del amor nos acompañe siempre en el ejercicio y el cumplimiento de la más grande virtud cristiana, que es el amor en su expresión erótica y no sentimental. ¡Amén!