miércoles, 23 de diciembre de 2020

Mensaje de Navidad 2020 de S.E. Policarpo de España y Portugal


La redención de la humanidad y la salvación de la creación son un anhelo constante de los cristianos, como dice uno de los antiguos ‘kontakia’ de Navidad: «Salva al mundo, oh Salvador, pues para eso has venido». Y de hecho Dios no es insensible a este clamor 

de su pueblo, pues Él mismo vino a salvar al mundo en el Hijo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Esto es lo que celebramos cada año en estas fiestas tan entrañables de la Navidad.


En este año en que los países y territorios ibéricos se han visto fuertemente castigados por la gran prueba y tentación del COVID, en que tantos compatriotas nuestros han perdido la vida a causa de la pandemia y en que seguimos aplicando restricciones que harán atípicas nuestras reuniones familiares, se vuelven más necesarias que nunca las palabras que cantamos en las Catabasías de Navidad: «Cristo ha nacido, glorificadlo». Solo Aquel que cambió el curso de la historia hace casi 2021 años puede disipar como «Sol de Justicia» (Tropario de la Natividad) las tinieblas y devolver la esperanza a la humanidad. No olvidemos en estas fechas a los que nos han dejado y a los que siguen sufriendo en hospitales o son más vulnerables a la enfermedad, y, adoptando todas las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades competentes, llevémosles el consuelo de nuestra compañía y de nuestra oración.


Sean las que sean las circunstancias que nos toquen vivir, preparémonos para recibir en nuestros corazones al Príncipe de la Paz y hagamos un hueco en nuestras vidas y en nuestras familias al niño que «nos ha nacido» y al hijo que «se nos ha dado», como dice el Profeta Isaías. Solo Cristo puede cambiar nuestra perspectiva a menudo cegada por las preocupaciones terrenas y traer al mundo la justicia, armonía y amor que tanto anhelan los hombres de bien.


Que el recuerdo de la venida en la carne de nuestro Señor Jesucristo en Belén nos llene de gozo y nos ayude a empezar el nuevo año 2021 con la esperanza de tiempos mejores y abundantes dones del Altísimo.


Con todo mi amor y mis bendiciones paternales,


+Policarpo, Arzobispo Metropolitano de España y Portugal y Exarca del Mar Mediterráneo