miércoles, 26 de mayo de 2021

Participación de nuestra Metrópolis en el ciclo ‘Conoce la diversidad religiosa de Madrid’


El proyecto SALAM Promoción de la convivencia intercultural e interreligiosa y prevención de la discriminación por motivos religiosos, de la Fundación La Merced Migraciones, y la Fundación Pluralismo y Convivenciaarrancan una nueva edición del ciclo “Conoce la diversidad religiosa de Madrid”.

 

La iniciativa renueva su apuesta por el formato online y en directo desde YouTube para la emisión de las visitas a los diferentes lugares de culto.

 

Las personas representantes de las diferentes confesiones que nos abrirán las puertas de sus centros y lugares de culto, ejercerán de anfitriones para las personas asistentes. Cada anfitrión estará acompañado por un técnico de las entidades organizadoras (Fundación La Merced Migraciones y Fundación Pluralismo y Convivencia), que presentará el acto.

 

El formato online de “Conoce la diversidad religiosa de Madrid” permite que las personas inscritas y asistentes a la emisión puedan ser también protagonistas de las visitas. Durante la emisión, podrán hacerles llegar sus preguntas e impresiones al anfitrión y personal técnico a través del chat de YouTube en los momentos previstos durante la visita. La participación de las personas inscritas posibilitará el intercambio de opiniones sobre la aproximación al lugar de culto, el planteamiento de dudas, el cuestionamiento de nuestros prejuicios, etc.

 

Así, proyecto y entidades, quieren continuar ofreciendo a la sociedad la oportunidad de mantener encuentros con comunidades religiosas diversas, conocer estas confesiones con mayor profundidad y apreciar la diversidad religiosa presente en Madrid.

 

Si quieres participar de las diferentes visitas que se van a organizar, puedes inscribirte haciendo clic en el siguiente enlace: INSCRÍBETE


PROGRAMA


Martes 01/06/2021, 18:00 h. – Cementerio británico (ST. GEORGE’S ANGLICAN CHURCH MADRID)

 

Jueves 03/06/2021, 18:00 h. – Catedral Ortodoxa Griega (IGLESIA ORTODOXA- PATRIARCADO ECUMÉNICO DE CONSTANTINOPLA)

 

Martes, 08/06/2021, 18:00 h. – Gurudwara Nanaksar Sahib (SIJISMO)

 

Jueves, 10/06/2020, a las 17:30 h. – Colegio Evangélico El Porvenir IEE (IGLESIA EVANGÉLICA ESPAÑOLA | FUNDACIÓN FEDERICO FLIEDNER)

 

El proyecto SALAM está cofinanciado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y por el Fondo de Asilo, Migración e Integración de la Unión Europea.

sábado, 15 de mayo de 2021

Πρώτη Ποιμαντική Επίσκεψη του Σεβασμιώτατου Ποιμενάρχη μας στη Βαρκελώνη

Πρώτη Ποιμαντική Επίσκεψη του Σεβασμιώτατου Ποιμενάρχη μας στη Βαρκελώνη Η Ελληνορθόδοξη ενορία Αγίου Νεκταρίου...

Publicada por Sacra Metrópolis Ortodoxa de España y Portugal - Patriarcado Ecuménico en Sábado, 15 de mayo de 2021

jueves, 13 de mayo de 2021

Salutación de Su Toda Santidad con ocasión del final del Ramadán


A todos nuestros hermanos y hermanas de la comunidad musulmana mundial.


Nos dirigimos a vosotros desde el centro de la cristiandad ortodoxa, el Patriarcado Ecuménico, que reside en Estambul desde hace casi dos milenios. Desde este santo e histórico lugar, con ocasión del final del mes de ayuno del Ramadán, expresamos nuestras fervientes oraciones y nuestros mejores deseos de todo corazón a nuestros hermanos y hermanas de religión islámica de todo el mundo ahora que marcáis la ruptura del ayuno con una celebración de alegría, amor y esperanza. Así como el ayuno, uno de los cinco grandes pilares del Islam, es una práctica solemne y común a todas las religiones abrahámicas como recordatorio de nuestra absoluta dependencia de Dios, la fiesta es también una tradición sagrada de todas las religiones como reconocimiento de nuestra confianza los unos en los otros.


¡Qué maravilloso es que el elemento vital del alimento reúna a todo el mundo en el bendito acto de compartir una mesa común! La comida se convierte en fuente de espiritualidad y motivo de fiesta. Esto nos acerca un poco más a nuestros hermanos y hermanas musulmanes de todo país y continente. Nos conecta como líderes religiosos y creyentes piadosos, como hombres y mujeres, jóvenes y mayores. De hecho, la comida es una necesidad básica de todo el mundo, ricos y pobres, saciados y hambrientos, asentados y refugiados. El alimento es igualmente sustancial para los que gozan de seguridad y para los que sufren, para los que se regocijan y para los que están de luto. Y, sobre todo, une a todos, independientemente de sus convicciones religiosas, porque ante Dios no hay distinción alguna entre los seres humanos.


Sin embargo, más allá de la comida y el ayuno, hay otros campos en los que podemos y debemos encontrar parámetros comunes y aspectos benévolos de nuestra naturaleza humana. El amor, la filantropía, la misericordia y la justicia constituyen un terreno fértil para la coexistencia pacífica y la cooperación cultural entre todos nosotros. Recordamos con viveza el versículo del Antiguo Testamento: «la justicia y la paz se besan» (Salmo 85,10), y tomamos renovada conciencia de cuán necesarias son estas nociones en nuestro mundo contemporáneo.


La magnitud de esta realidad y la magnificencia del amor de Dios son las que nos impulsan a compartir con vosotros la alegría festiva y a felicitaros por el ayuno y la fiesta del Ramadán. Que el mismo Dios traiga paz a todos los pueblos y prosperidad al mundo.


12 de mayo de 2021


+ B A R T O L O M É


Arzobispo de Constantinopla-Nueva Roma

y Patriarca Ecuménico

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Fotografía: Nikos Papachristou / Patriarcado Ecuménico

lunes, 3 de mayo de 2021

Πρώτη ποιμαντορική επίσκεψη του Σεβασμιώτατου στην ενορία Βαρκελώνης / Primera visita pastoral de S.E.R. Besarión a la parroquia de Barcelona


Ο Σεβασμιώτατος Μητροπολίτης μας  Ισπανίας και Πορτογαλίας, κ.κ. Βησσαρίων, θα πραγματοποιήσει την πρώτη του ποιμαντορική επίσκεψη και θα λειτουργήσει στην ενορία μας Κυριακή του Θωμά, 9 Μαΐου ώρα 10:30 με 12. 


Απευθύνουμε πρόσκληση προς όλους τους ενορίτες μας να παραβρεθούν και να καλωσορίσουμε τον Ποιμενάρχη μας ο οποίος θα είναι κοντά μας μέσα στην αναστάσιμη χαρά.


+++


S.E.R. el Metropolita Besarión de España y Portugal realizará su primera visita pastoral y celebrará la Divina Liturgia en nuestra Parroquia de Barcelona el Domingo de Tomás, 9 de mayo, de 10:30 a 12:00.


Invitamos a todos nuestros feligreses a asistir a la celebración y a dar la bienvenida a nuestro Pastor, que se encontrará entre nosotros en la alegría de la Resurrección.

miércoles, 28 de abril de 2021

Encíclica Patriarcal para la Santa Pascua (2021)


Nº Prot. 289

 

+ B A R T O L O M É

POR LA GRACIA DE DIOS

ARZOBISPO DE CONSTANTINOPLA-NUEVA ROMA

Y PATRIARCA ECUMÉNICO

A LA PLENITUD DE LA IGLESIA:

QUE LA GRACIA, LA PAZ Y LA MISERICORDIA

DE CRISTO RESUCITADO ESTÉN CON TODOS VOSOTROS

 

* * *

 

Habiendo completado la Cuaresma tan provechosa para nuestras almas y venerado la Pasión y la Cruz del Señor, he aquí que hoy somos hechos partícipes de Su gloriosa Resurrección, radiantes por la fiesta y proclamando con gozo inefable el anuncio que salva al mundo: “¡Cristo ha resucitado!”.

 

Todo lo que creemos, todo lo que amamos y todo lo que esperamos como cristianos ortodoxos está asociado a la Pascua, de la que todo deriva su viveza, mediante la cual todo se puede interpretar y en la que todo adquiere su verdadero significado. La Resurrección de Cristo es la respuesta del Amor Divino a la angustia y la expectación del hombre, pero también al “anhelo” de la creación que gime con nosotros. En la Resurrección ha sido revelado el significado de “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” (1) y “Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno” (2).1

 

Cristo es “nuestra Pascua” (3), “la resurrección de todos”. Si la caída supuso la suspensión de nuestro peregrinar hacia la “semejanza divina”, en el Cristo resucitado el camino hacia la deificación mediante la gracia se abre de nuevo para “los amados de Dios”. Se obra el “gran milagro” que sana la “gran herida”, la humanidad. En el emblemático icono de la Resurrección del Monasterio de Cora contemplamos al Señor de la gloria que descendió “a las profundidades del Hades” y conquistó el poder de la muerte para surgir de la tumba como dador de vida, resucitando consigo a los antepasados de la humanidad y, a través de ellos, a toda la raza humana desde el principio hasta el fin, como liberador de la esclavitud del enemigo.

 

En la Resurrección la vida de Cristo se revela como liberación y libertad, pues “Cristo nos ha liberado… para la libertad” (4). El contenido, el ‘ethos’ de dicha liberación, que debe ser experimentado aquí de una manera digna de Cristo antes de ser perfeccionado en el reino celestial, es el amor, la quintaesencia experimental de la “nueva creación”. “Pues vosotros, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; ahora bien, no utilicéis la libertad como estímulo para la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor” (5). La libertad de un creyente, fundada sobre la Cruz y la Resurrección del Salvador, es una peregrinación hacia lo alto y hacia nuestro prójimo; es la “fe que actúa por el amor” (6). Es un éxodo del “Egipto de la esclavitud” y de las distintas alienaciones, la transcendencia como dádiva de Cristo de una existencia introvertida y marchita, la esperanza de eternidad que hace al hombre humano.

 

Al celebrar la Pascua, confesamos en la Iglesia que el Reino de Dios “ya ha sido inaugurado, aunque todavía no ha llegado a su plenitud” (7). A la luz de la Resurrección las cosas terrenas adquieren un nuevo significado, pues se ven transformadas y transfiguradas. Nada es simplemente “dado”. Todo se encuentra en movimiento hacia su perfección escatológica. Esta “premura desenfrenada” hacia el Reino, vivida especialmente en la asamblea eucarística, preserva al pueblo de Dios, por un lado, de la indiferencia hacia la historia y la presencia en ella del mal, y, por otro lado, del olvido de las palabras del Señor -“Mi reino no es de este mundo” (8)-, lo que marca la diferencia entre el “ya” y el “aún no” de la venida del Reino, de acuerdo con esta otra expresión más teológica: “El Rey ha venido -el Señor Jesús-, y su Reino aún está por venir” (9).

 

La característica principal de esta libertad del creyente otorgada por Dios es el implacable pulso de la Resurrección, la vigilancia y el dinamismo de esta libertad. Su carácter de don de la gracia no solo no restringe, sino que de hecho manifiesta nuestro consentimiento a dicho don y fortalece nuestro peregrinar y nuestra conducta hacia esta nueva libertad, que también contiene la restauración de nuestra relación de extrañamiento con la creación. El que es libre en Cristo no se encuentra atrapado en lo “absoluto terreno” como “los que no tienen esperanza” (10). Nuestra esperanza es Cristo, la existencia realizada en Cristo, el brillo y el esplendor de la eternidad. Los límites biológicos de la vida no definen su verdad. La muerte no es el final de nuestra existencia. “Que nadie tema a la muerte, pues la muerte del Salvador nos ha liberado. Era prisionero suyo y la ha aniquilado. El que descendió al infierno ha hecho a este cautivo” (11). La libertad en Cristo es la “otra creación” (12) del hombre, anticipo y modelo de la realización y la plenitud de la Economía Divina en el “ahora y siempre” del último día, cuando los “benditos del Padre” vivirán en persona con Cristo, “viéndolo a Él y siendo vistos por Él mientras gozan de los frutos del deleite sin fin que procede de Él” (13).

 

La Santa Pascua no es simplemente una fiesta religiosa, aunque sea la fiesta más grande para nosotros los ortodoxos. Cada Divina Liturgia, cada oración y súplica de los fieles, cada fiesta y conmemoración de los Santos y los Mártires, la veneración de los sagrados iconos, el “gozo abundante” de los cristianos (2 Cor 8,2), cada acto de amor sacrificial y de fraternidad, el aguante del dolor, la esperanza que nunca decepciona al pueblo de Dios, es una fiesta de la libertad. Todo esto irradia la luz pascual y rezuma la fragancia de la Resurrección.

 

En este espíritu, pues, glorificando al Salvador del mundo, que pisoteó la muerte con la muerte, os transmitimos a todos vosotros, honorabilísimos hermanos nuestros de todo el Orbe y muy amados hijos de la Madre Iglesia, un saludo festivo, y con una sola voz y un solo corazón bendecimos gozosamente junto con vosotros a Cristo por todos los siglos.

 

Dado en El Fanar,

Santa Pascua 2021

+ Bartolomé de Constantinopla

Ferviente suplicante por todos vosotros

Ante el Señor Resucitado

 

Para ser leído en la Iglesia después del Santo Evangelio, durante la Divina Liturgia en la fiesta de la Santa Pascua

 

NOTAS

 

(1) Gen. 1.26

(2) Gen. 1.31

(3) 1 Cor. 5.7

(4) Gal. 5.1

(5) Gal. 5.13

(6) Gal. 5.6

(7) Georges Florovsky, Bible, Church, Tradition, Belmont MA: Nordland Publishing, 1972, 36

(8) John 18.36

(9) Florovsky, op. cit., 72

(10) 1 Thes 4.13

(11) Homilía catequética de San Juan Crisóstomo sobre la Santa y Gloriosa Resurrección

(12) Gregorio el Teólogo, Poemas éticos 61.

(13) Juan Damasceno, Exposición de la fe ortodoxa, IV, 27.



Fotografía: Nikos Manginas / Patriarcado Ecuménico

Encíclica Patriarcal para a Santa Páscoa (2021)


No. Prot. 289

 

+ B A R T O L O M E U

PELA MISERICÓRDIA DE DEUS ARCEBISPO DE CONSTANTINOPLA-NOVA ROMA

E PATRIARCA ECUMÉNICO PARA A PLENITUDE DA IGREJA:

QUE A GRAÇA, A PAZ E A MISERICÓRDIA

DE CRISTO RESSUSCITADO EM GLÓRIA ESTEJA COM TODOS


* * *

 

Tendo completado a Quaresma para o benefício das nossas almas e venerado a Paixão e a Cruz de Nosso Senhor, eis que hoje somos feitos participantes da Sua gloriosa Ressurreição, radiantes durante toda a festa e clamando com alegria inefável a proclamação que salva o mundo: “Cristo ressuscitou!”

 

Tudo que nós acreditamos, tudo que amamos, e tudo que esperamos como cristãos ortodoxos é associado com a Páscoa, da qual tudo deriva a sua vivacidade, através da qual tudo é interpretado, e na qual tudo adquire o seu verdadeiro sentido. A Ressurreição de Cristo é a resposta do Amor Divino à angústia e a expectativa do homem, mas também à “ânsia” da criação que geme connosco. Na Ressurreição o sentido de “Façamos o homem à nossa imagem” (1) e de “E viu Deus tudo quanto tinha feito, e eis que era muito bom” (2) foi revelado.

 

Cristo é a “nossa Páscoa” (3), “a ressurreição de todos.” Se a Queda constitui a suspensão da nossa viagem para a “semelhança divina,” em Cristo ressuscitado o caminho para a divinização através da graça abre-se de novo para “os bem-amados de Deus.” O “grande milagre” é operado, que sara a “grande ferida,” o género humano. No ícone emblemático da Ressurreição no Mosteiro de Khora, vemos o Senhor da glória, que desceu “às profundezas de Hades” e conquistou o poder da morte, erguendo-se do túmulo como o doador de vida, erguendo juntos com Ele os antecessores do gênero humano, e neles toda a raça humana desde o início até ao fim, como nosso libertador da escravidão do inimigo.

 

Na Ressurreição a vida em Cristo é revelada como libertação e liberdade. Porque “na liberdade... Cristo nos libertou” (4). O conteúdo, o “ethos” de uma tal liberdade, que deve ser experimentado aqui de uma maneira digna de Cristo,


antes que seja aperfeiçoada no reino celeste, é o amor, a quinta essência experiencial da “nova criação.” “Porque vós, irmãos, fostes chamados à liberdade. Não useis, então, da liberdade para dar ocasião à carne, mas servi-vos uns aos outros pelo amor” (5). A liberdade de um crente, fundada na Cruz e na Ressurreição do Salvador, é uma viagem ascendente, levando-nos ao nosso próximo; é a “fé que opera por amor” (6). É um êxodo do “Egito da escravidão” e das alienações diversas, a transcendência, dada por Cristo, de uma existência introvertida e enrugada, a esperança da eternidade que torna o homem humano.

 

Ao celebrar a Páscoa, confessamos na Igreja que o Reino de Deus “já foi inaugurado mais ainda não cumprido” (7). Na luz da Ressurreição, as coisas terrestres assumem um novo significado, pois já estão transformadas e transfiguradas. Nada é apenas “dado.” Tudo se encontra em movimento, indo para a perfeição escatológica. Esta “precipitação desenfreada” para o Reino, que se vive especialmente na assembleia eucarística, salvaguarda o povo de Deus, por um lado da indiferença perante a história e a presença do mal nela, e, por outro lado, do esquecimento das palavras do Senhor, que “o meu reino não é deste mundo” (8), que marca a diferença entre o “já” e o “ainda não” do advento do Reino, de acordo com a expressão altamente teológica, “Veio o Rei, o Senhor Jesus, e o Seu Reino há de vir” (9).

 

A principal característica desta liberdade do crente dada por Deus é o pulso ressurrecional implacável, a vigilância e o dinamismo desta liberdade. O seu carácter como dom de graça não só não limita, mas manifesta verdadeiramente o nosso consentimento a este dom, e reforça a nossa viagem, e a nossa conduta para dentro desta nova liberdade, que contém também a restauração da nossa relação alienada com a criação. Aquele que é livre em Cristo não está preso em “absolutos terrestres”, como “os demais, que não têm esperança” (10). A nossa esperança é Cristo, o brilho e o resplendor da eternidade. As fronteiras biológicas da vida não definem a sua verdade. A morte não é o fim da nossa existência. “Que ninguém tema a morte, porque a morte do Salvador nos libertou. Foi preso por ela e aniquilou-a. Aquele que desceu ao inferno tornou o inferno cativo” (11). A liberdade em Cristo é a “outra criação” (12) do homem, um antegozo e modelo da realização e da plenitude da Economia Divina no “agora e sempre” do último dia, quando os “abençoados do Pai” viverão pessoa a pessoa com Cristo, “vendo-O e visto por Ele, enquanto gozam dos frutos do deleite sem fim que d’Ele provém” (13).

 

A Santa Páscoa não é só uma festa religiosa, embora seja a maior festa para nós ortodoxos. Em cada Divina Liturgia, cada oração e súplica dos fiéis, cada festa e comemoração dos Santos e dos Mártires, a honra dada ao santos ícones, a “alegria abundante” (2 Cor 8,2) dos Cristãos, cada acto de amor sacrifical e


fraternidade, é uma festa de liberdade. Tudo isto irradia a luz pascoal e exsude a fragrância da Ressurreição.

 

Neste espírito, então, enquanto glorificamos o Salvador do mundo, que esmagou a morte pela morte, transmitimos a todos vós – os nossos honorabilíssimos irmãos em todo o Domínio do Senhor e nossas crianças bem- amadas da Igreja Mãe – uma saudação festal, enquanto, com uma só voz e um só coração, convosco abençoamos Cristo pelos séculos.

 

No Fanar, Santa Páscoa 2021

+ Bartolomeu de Constantinopla Suplicante

fervente por todos vós

perante o Senhor Ressuscitado

 

A ser lido na igreja após o Santo Evangelho, durante a Divina Liturgia na Festa da Santa Páscoa.

 

NOTAS

 

(1) Gn. 1.26.

(2) Gn. 1.31.

(3) 1 Co. 5.7.

(4) Gl. 5.1.

(5) Gl. 5.13.

(6) Gl. 5.6.

(7) Georges Florovsky, Bible, Church, Tradition, Belmont MA: Nordland Publishing, 1972, 36.

(8) Jo. 18.36.

(9) Florovsky, op. cit., 72.

(10) 1 Ts. 4.Aqul13.

(11) Da Homilia Catequética de S. João Crisóstomo na Santa e Gloriosa Ressurreição.

(12) S. Gregório o Teólogo, Poemas Éticos, 61.

(13) S. João de Damasco, Uma Exposição Exacta da Fé Ortodoxa, IV. 27.



Fotografia: Nikos Manginas / Patriarcado Ecuménico